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|a Escoger es vivir, y por eso al entender y reafirmar mis propias maneras de escoger y elegir y decidirme, estoy entendiendo mejor y reafirmando más mi vida. Y esto se aplica tanto a la vida del individuo como a la del grupo. Saber discernir es saber vivir, y practicar el discernimiento con tacto y perspicacia es dar vida al grupo y a cada uno de sus miembros. Si un grupo apostólico quiere vivir como grupo, ha de hacer un esfuerzo, que será altamente recompensdo, por pensar, planear y tomar decisiones en común. No es tarea fácil, y por eso mismo toda reflexión seria sobre la materia que pueda aportar algo a este tema vital y facilitar la vida y la acción del grupo, puede encontrar eso en quienes sinceramente quieran animar y contribuir a la vida en común. Oí contar que el Pandit Neheru, al tratar con representantes de la Iglesia para conocer sus puntos de vista y sus tomas de posturas en materias controvertidas, dijo una vez con perpicacia y respeto: Una cosa sí he obsevado sobre estos cristianos: que saben lo que quieren. Bella definición de boca del amado Pandit: un cristiano es una persona que sabe lo que quiere. El don del espíritu.
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