Sumario: | Antes de 1933 Hitler reveló muy pocas cosas sobre el alcance total de sus planes. Pero todo cuanto quedó oculto en sus discursos, y apenas se entrevió en su Mein Kampf, se lo confió el Fuhrer al periodista Richard Breiting en el curso de dos entrevistas. Breiting prometio guardar el secreto de estas conversaciones y no entregó el manuscrito de las mismas a la Gestapo cuando esta se lo exigió. Mas tarde, Edouard Calic (experto internacional en historia del nacionalsocialismo) encontró el manuscrito de Breiting y lo publicó. Se trata de un documento único, que llena una amplia laguna en la bibliografía de Hitler con anterioridad a 1933, y que nos muestra al Fuhrer antes de la usurpación del poder, desprovisto de la máscara de benefactor nacional.
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