Sumario: | Cuando uno vuelve la mirada al propio pasado, avalúa su vida como la de cualquier prójimo; y no le da importancia al hecho de haber sido testigo de muchos cambios y contecimientos que han transformado el medio local, nacional e internacional. Sin embargo, nuestro testimoio, como otros tantos miles, sirve para describir mejor las épocas y el mundo en que ha transcurrido la existencia. Mi vida comenzó al finalizar la tercera década del siglo XX, llamado con gran acierto "cambalache", por Enrique Santos Discepolo. He sido testigo ocular en ciertos casos, de grandes acontecimientos nacionañes e internacionales de este siglo. A pesar de haberme dedicado a la historia, no pretendo consignar rigurosos recuersos, sino más bien el reflejo de lo que viví y sentí en diversas circunstancias. El valor de las memorias personales radica, según mi opinion, en la peculiar visión que cada cual guarda de su propio pasado inmerso en la sociedad donde ha vivido.
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