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|a Es una historia literaria que transcurre durante 1969 en Lima, principalmente. Relato de un veinteañero mochilero, que escribía estos poe- mas, mientras recorría las ciudades del altiplano, que se aventura por Chosica, Arequipa, Machu Pichu, El Callao, Puno, La Paz, de donde provenía el chileno, integrándose a grupos de jóvenes artistas latinoame- ricanos aventureros que recorren el continente. In- gresa por un período al conocido presidio de El Sex- to. Las mismas celdas de José María Arguedas, donde este personaje es ayudado a salir por gestio- nes del premio nacional de literatura del Perú, Eleo- doro Vargas Vicuña. Afuera lo ampara el poeta Leoncio Bueno y edita sus "Huellas poéticas". Se une a la tropa del "pantomima" de la plaza San Martín, Jorge Acuña, O en ΕΙ Palermo con el grupo de saltimbanquis cantan con Manuel Acosta Ojeda Las tonadas de Manuel Rodrí- guez en coro. Novela con personajes reales. Meta novela me dijo Walter Lingán. Los de la calle admirábamos a los poetas de Hora Zero por sus publicaciones desmistificadoras y de- claraciones contra el sistema cultural y político im- perante. Éramos sus admiradores. Los mirábamos para arriba. Lo nuestro era la aventura de calles y plazas, de día, noche o madrugada leyendo a Vallejo y Neruda y pasar la mano para seguir el viaje de la vida hippesca, los recitales masivos y públicos en plazas y universidades en ebullición. Los viajeros y su compañera Margarita van tomando nota y reci- biendo escritos, folletines, libros de jóvenes poetas a quienes van conociendo, para hacer un libro que saben nunca se hará realidad.
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